PASADO SIN IDEAS - FUTURO GLOBAL

La crisis de la derecha es extraordinaria. Carecen de imaginación, creatividad e iniciativa. Sus candidatos parecen payasos de circo, y los tibios del centro carecen de propuestas, proyectos y convocatorias. No generan movilización, no despiertan emoción política alguna en esta coyuntura electoral extraordinaria que vivirá Colombia a partir de marzo de 2026. Lo único que hacen en general es cuestionar a Gustavo Petro.

Lo que enfrentan es un muro sólido: el muro de las matemáticas, de los indicadores socioeconómicos que demuestran que Colombia es un país totalmente viable en todos sus aspectos. En materia de inflación, fortalecimiento y crecimiento del peso, empleo, disminución de la pobreza, crecimiento de exportaciones no tradicionales y turismo, los números hablan por sí solos. La bolsa de valores ha alcanzado topes históricos, indicador de que nuestro país es confiable. Estos personajes se estrellarán contra este muro, conduciéndolos inevitablemente al fracaso y a la crisis total que ya se evidencia.

Con el presidente Petro a la cabeza y sus discursos de alcance global, Colombia ha abierto puertas sin precedentes. La ONU nos facilitó el acercamiento al mundo islámico prácticamente 1.400 millones de habitantes a través de Arabia Saudita y la certificación Halal para productos alimenticios. Esto permitirá que nuestra producción agrícola acceda a múltiples mercados internacionales.

En China fuimos invitados de honor en la Feria de Shanghái, lo que amplía significativamente la cobertura de nuestros productos en economías más consolidadas que la nuestra.

Por esta razón, el pueblo debe tomar la mejor decisión para que la imaginación continúe gobernando a Colombia. No necesitamos personajes almidonados ungidos por los sátrapas de los partidos tradicionales. Debemos desalojar del Congreso a todos esos políticos que solo se han enriquecido a costa del pueblo. Los partidos Liberal, Conservador, Centro Democrático, la U, Cambio Radical, todos deben irse. Votemos por listas cerradas, paritarias y únicas, como las del Pacto Histórico.